Unos párrafos para
describir lo vivido este tiempo. Termino preguntándonos, a cada
uno, si acaso ¿el Once de Septiembre de 1973 es un punto importante a considerar
-de inflexión, de reflexión, de consideración de algún tipo- para nuestra
historia, la de los sangasparinos que egresamos en 1970?
Recuerdo que en las Humanidades vivimos intensamente la polarización creciente
del país, producto de “la tierra para el que la trabaja”, “el cobre para los
chilenos”, y el creciente “poder popular”. Era un mundo sacudido por la guerra
fría, las manipulaciones de la CIA y de la Alianza para el Progreso, y el desconcierto
del postconcilio; en el que nosotros escuchamos de la revolución de Mayo, de
Marcuse, los hippies y la revolución de las flores. Compramos bluyines,
escuchamos a los Beatles, Woodstock y la Joan Collins, también fumamos pipa y
bailamos lento –hoy nadie sabe lo que es eso-.
Hasta nuestra sala de clases llegaron las discusiones filosóficas,
políticas y económicas, nos sentamos en un hemiciclo para mirarnos las caras,
polemizar en bloques de derecha e izquierda, y también para copiar con tranquilidad…
Y así, terminamos el colegio y con ello la primera adolescencia.
En los tres años siguientes nos dispersamos, muchos entramos
a la universidad –a pesar de las negras predicciones de algunos profesores-,
otros emigraron… el sueño socialista se
convirtió en pesadilla: vino la violencia, el miedo al totalitarismo, las
tomas, los cordones industriales, la inflación galopante, las colas, el desabastecimiento,
los paros, el desorden generalizado.
Llegó el golpe de estado del Once de Septiembre, esperado, violento,
contundente. Y luego el silencio, el toque de queda, la vuelta al orden y a las
clases, y después la represión y la violencia soterrada. Y el dictador acierta
con apoyar un modelo económico que nos saca del tercer mundo, y sigue la
represión, en total son diecisiete años. Y en esas fechas encontramos nuestras vocaciones, iniciamos la vida
laboral, fundamos una familia, algunos encontraron a Dios y lo siguieron. Esto mientras
cae el muro de Berlín, y la izquierda es derrotada en todo el mundo. Y el tirano
-una vez héroe, ahora vilipendiado- se retira a sus
cuarteles.
Y vuelve el socialismo, remozado y olvidado de su pasado, no
queriendo ser más pesadilla. Y el estado vuelve a ser grande, poderoso y
corrupto. Son otros veinte años. La vida personal y profesional de cada uno alcanza
grandes logros y también fracasos, hay de dulce y agraz. Algunos comienzan a
tener nietos.
La derecha, sin ideas ni propuestas –según algunos- , tiene
su oportunidad en los últimos cuatro años y se la juega aparentemente mal. Ya lo
veremos en noviembre.
Y suman cuarenta y tres años desde ese 1970, nuestro último
año de Colegio, de ese tiempo de estar compartiendo todos los días. De ese
tiempo que nos une irremisiblemente.
Cuando veo nuestra querida patria tensionada nuevamente por
la memoria del pasado, pregunto a los Sangasparinos1970, a cada uno de nosotros
¿hay alguna consideración que hacer al 11
de septiembre de 1973?