Esto es lo que envió Hernán Poblete para ser leído en su funeral (que se está efectuando en estos momentos, lunes 26 de septiembre, 13 horas).
A parte de esto, cuando por fin llego días después, su cabellera rubia y crespa no pasó desapercibida y su simpatía conquistó sin tardar la amistad de todos.
Parte activa de nuestra clase, el Perico fue apreciado y querido por todos y se implicó a nuestro lado en las fiestas y en cuanta actividad había, facilitado por su casa al lado del colegio, que se convirtió rápido en el taller de preparación de los Carros Alegóricos del desfile anual del Rey Feo.
Esta proximidad nos hizo también pasar muchas horas después de clase en su casa y recibir el cariño de la Señora Julita, con quien el Perico ya se debe haber reunido.
Uno de los pocos “motorizados” de la clase, cuantos no nos acordamos de las fiestas a las que íbamos en el Jeep Azul de Don Santiago o en el Fiat 600 que le prestaba Ivan Mimiça, hijastro allegado de la familia.
El perico era tierno con todos, siempre sonriente y bromista, siempre una palabra calurosa con todos.
No era el mejor alumno de la clase pero si era uno de los más queridos y apreciados de los profesores. Su ternura y aprecio hacia ellos era tan importante como si se hubiese sacado excelentes notas.
Nos da pena verlo partir… nos cuesta creer que una enfermedad se lleve a este deportista inigualable, capaz de hacer cosas tan increíbles como correr el Kilometro Lanzado…
Así es la vida, es dura a veces.
Con este mensaje queremos expresar a su familia a sus seres queridos nuestro profundo reconforte y un gran sentimiento de amistad y de aprecio a este súper compañero de clases, y de vida post escolar con varios de nosotros. Desde la distancia se nos unen en este momento los que están lejos, (aquí nombren a quien quieran, incluyéndome a mi).
Hermanos e hijos del Perico, tuvieron un hermano y un Padre único; nosotros tuvimos un amigo único,
Hernán Poblete B. desde Paris, France.
